lunes, 7 de febrero de 2011

El santo lacreo de la libertad

En tiempos de descomposición de la Iglesia ayer y hoy, cuando eran los dueños del mundo terrenal y divino, y tenían el santo derecho de empalar, de quemar, colgar, torturar, descuajaringar y cogerle las mujeres, los niños y toda cuanta vaina se les antojara a todo aquel que lo tuviere; porque esa era su libertad, hasta que los buenos y santos burgueses no se la calaron mas y mandaron a dios bien largo al carajo (con todo y sus representantes o disfrutadores de los bienes terrenales), y también se dedicaron a quemar y a colgar curas y a cogérselos como mejor les placía y a mandarlos bien largo al carajo, hasta que hoy, los curas desde el papa pa bajo siguen violando carajitos sin que se les agüe el guarapo y además acusando a los niños de bien hecho porque son pecadores originales, todo ello en los santos centros comerciales o cuando coño es que nos vamos a dar cuenta que la libertad es necesidad de los dueños de los santos de los últimos días del capitalismo y no de los proletarios o asalariados o violados del mundo que tenemos como la necesidad de este mundo mandársela a meter por el hueco el culo a los capitalista y a todo aquel idiota que cree que el huevo del burro es corneta.

No se asombren, que la vaina es así, o nosotros los pela bolas inventamos nuestro propio lenguaje, que debe arrancar por negar el poderoso anterior quitándole por la vía de los hechos todo su falsa nobleza, empezando por destrozar toda la conceptualidad histórica, toda la prosopopeya intelectual que sólo avala el crimen del capital.

Porque uno está aquí intentando decir una vaina sobre lo de irse del capitalismo, separarse para andar juntos, pero la academia, los intelectuales, los artistas, están empeñados en quedarse, en decir que es la falta de gente honrrada; en lavarle la cara, en maquillarle las llagas, en quererle defender sus valores y principios, y es ahí donde se vuelve sospechoso, que los esclavos defendamos los mismos valores y principios de los amos, que si la libertad que si la democracia, que si el estado de derecho, que si la igualdad, que si es deber hacer que el capitalismo funcione de nuevo, se recupere; en nombre del progreso y el desarrollo y toda esa mamaguevada con las que nos siguen jodiendo, como que si hubiese sido una nota, una vaina de pinga, las miles de guerras, el escoñetamiento absoluto del planeta en todas sus formas de vida, el sangrero, el mierdero, vertido para hacer posible los placeres de una minoría que desde su óptica justifica que siga en existencia esta cultura.

La gente parece guevona, todo el día con esa mariquera, que casa para todo el mundo o aunque sea para Edmundo, que empleo, que estudio, que acaben con la corrupción, que, que carajo; uno se pone a pensar en el 12 de abril de 2002 y se va para el cuatro de febrero del 92 o para el 27,28 1989, y las cuentas dan claritas por donde usted las saque, las claves de esta revolución no es andarle resolviendo problemas a nadie en el capitalismo, ni haciendo que las escuelas funcionen, ni que los malparidos banqueros dejen de robar, o que los gremios, los colectivos, los géneros, los colores, los sexos, se cojan por pedazo al planeta; ni que los miserables sindicalistas estén pidiendo reivindicaciones, que en tiempo revolucionario son conductas capitalistas que remachan lo existente, (porque un obrero que pide más salarios, quiere seguir siendo obrero) ni que los funcionarios se porten bien y no roben y le administren la plata al capitalismo, como lo han hecho algunos amigos y que igual terminan acusados de ladrones o en profunda sospecha; pero son incapaces de comprender y de aportar medio, para financiar el trituramiento de la cultura capitalista, creyendo ser revolucionarios porque protegen el fruto del capitalismo, se convierten es en sus cacris, para seguirlo engordando, para sostener el ciclo, pan, mierda, pan; arepa, mierda, arepa.

Sí, gente, es muy claro el mandato de esta revolución, expresada en sus claves antes mencionadas, en sus diferentes momentos, no arreglar nada, desbaratarlo todo, sin cagazón alguna, el deber revolucionario es minar a conciencia las bases de la cultura capitalista, no darle ninguna concesión, no permitirle rearmarse, en nombre de ninguna hambre o ambición permitirle que como cadáver, nos siga cagando la vida.

Vamos a pensar colectivamente (en medio de la lucha de clases que nos obliga a cambiar en el marco de la revolución) la mejor manera de salir de esa relación. Por los pocos afectos que todavía habita en la intracultura del cuerpo, por la poca agua limpia que aun queda; hagamos el supremo esfuerzo y abandonemos al capitalismo; dispongámonos a pensar, en otra manera de vivir.

Porque definitivamente socialismo, no es Mercal, ni Petrocasa, ni arreglar los barrios del capitalismo, ni construir más urbanizaciones acumuladoras de odio, ni sostener el comercio de la educación que castrantemente nos devuelve al capitalismo, ni sostener el deporte que nos obliga a la competencia, que remacha la vida cotidiana del capitalismo, para sostener algunos pocos egos en el planeta y la explotación esclavista, de niños dedicados a producir implementos deportivos, en distintas partes del mundo; ni es el aberrante negocio de la salud; que sostiene a las grandes transnacionales que trafican con la enfermedad, incluso produciéndola y que sin darse cuenta o sabiéndolo, da lo mismo, los revolucionarios nos prestamos a ese juego hijoeputa; ni es ese arte que a diario se vende, como las mujeres y hombres hambrient@s que entregan el cuerpo para satisfacer miserables necesidades, no gente, el socialismo no puede ser andar curando drogos fruto de la maquila capitalista, todo el día y mostrarlos como logro; ni puede ser aspirar atender millones de turistas, y construir miles de hoteles que seguirán acumulando mierda y orina inservible, contaminando todo aquello, en donde antes hubo vida.

En homenaje a los muertos por el capitalismo y en su contra, a partir de este doce de abril, hagamos el esfuerzo por pensar otro mundo, por pensar, planificar, investigar, experimentar masivamente el socialismo.

Nosotros no somos culpables de lo existente, pero repetirnos, por hambre miedo e ignorancia, si es un acto contrarrevolucionario; todo el que hoy se acomoda, en nombre de la tarea revolucionaria, no es mas que una piltrafa que en nombre de su egoísmo y sus grandísimas miserias, retraza la tarea que debemos cumplir sin demora.

La libertad, la bonita libertad.... La libertad es sólo de los dueños, todo el que aspira ser libre aspira a ser dueño, sólo en una sociedad capitalista se puede aspirar la libertad, porque es la única manera de joder sin ser jodido y sin embargo va a depender de que nivel de dueño estamos hablando, sino pregúntenle a Javier Vidal quien siendo burgués, tenía menos libertad que quien lo mató, porque este último era mas dueño que él.

Para ser libre necesitas esclavos que realicen por tí el trabajo que hace posible tu ocio y vagancia, necesitas ejércitos y corporaciones que te garanticen tu libertad, lo demás es pajerío loco, disfraz para ocultar la verdad. La única libertad que conocemos es ésta no hay otra, tendremos que decidir si, peleamos y matamos por ella como lo hacen los burgueses, o pensamos una sociedad distinta sin dueños ni esclavos.

Nosotros los esclavos añorantes, deseamos la libertad que el dueño ejerce sobre nosotros. Somos unos pobres pendejos que presumimos de cosas que no tenemos.

La libertad es un concepto práctico, eres libre o no lo eres, no admite medias tintas, la libertad necesita de un complemento para existir que es la esclavitud del otro, porque sino, no existe.


LIBERTAD=ESCLAVITUD

Es una ecuación perfecta, la libertad viene del pánico al trueno, o sea a Dios, sólo eres libre cuando asesinas a Dios, Si puedes matar a Dios que es el Rey de todos tus miedos ancestrales, puedes matar al otro.

El esclavo grita impunidad, cada vez que el dueño ejerce la libertad, La impunidad no es mas que una ranchera para matar los dolores del despecho.







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