lunes, 7 de febrero de 2011

Ellos sobre nosotros ejercen la política

Los obreros y campesinos no podemos ejercer la política de manera práctica, ya que trabajamos, puede que participemos, siendo miembros del partido, asistiendo a reuniones en las noches o los sábados y domingos, pero las decisiones no las tomamos los obreros ni los campesinos, las decisiones que terminan moldeando nuestras vidas, las toman los dueños del mundo, de las transnacionales de cualquier vaina, los políticos profesionales, los que viven de la política.

Una demostración práctica son los consejos comunales, en la comunidad, ¿Quién puede participar en el consejo comunal?, el que tiene tiempo, el que tiene una profesión liberal, pero el obrero y el campesino no participan del consejo comunal de manera directa, vamos a la asamblea, votamos por los miembros y aprobamos políticas, que ya vienen decididas; pero luego, el ejercicio de ir a comprar, de ir a una oficina, de relacionarse con el mundo representativo, (que es la política real, determinada por la producción) ese ejercicio, no lo ejercemos los obreros ni los campesinos, seamos hombres o mujeres.

¿Cómo sería la democracia productiva? Primero hay que abrir una discusión profunda sobre el control de los medios de producción, campesinos y obreros tenemos que definir, qué se produce, cómo se produce, cuándo se produce, dónde se produce, cuánto se produce, para qué se produce y para quién se produce para eso deberían ser los consejos de obreros, campesinos y comunales. Lo que pasa es que se ha utilizado más bien como un instrumento para elecciones, este consejo de obreros está conmigo, aquel está conmigo, y nunca permiten realmente tomar una decisión, por lo que al final terminamos pensando que lo nuestro es: mejores salarios, el seguro, los guantes, las botas y el uniforme, acompañado de mejores prestaciones y las cesta tiques pero no podemos decidir en una empresa privada, que es la gran mayoría, (por que el Estado no controla la empresa privada) ni siquiera en la pública puede el trabajador participar de las decisiones políticas, de que se produce, que no se produce, no podemos participar.

En el entendido de que vivimos un periodo de transición, entre el capitalismo y el socialismo, a los trabajadores, inicialmente en la industria pública o en la empresa pública, se le deberían devolver dos horas diarias de su plusvalía, e invertirlas en un plan de formación en la misma industria, donde él discuta, estudie, dentro de la fábrica, de la oficina, dos horas que él paga de su plusvalía, porque no es un regalo, es que le corresponde como tiempo de su vida, porque si tenemos o intentamos, un estado revolucionario, que propugna la democracia protagónica, estamos obligados a promover esa formación, que es lo que puede transformar el aparato productivo y con ello transformar la cultura de la sociedad, lo único que puede transformar las decisiones políticas masivamente, pero no es a la inversa, la política no va a transforma al aparato de producción, la política productiva, transforma a la sociedad.

La política no la puedes inventar, la producción no la puedes inventar, la decisión política no la puedes inventar. (Se aclara, la podemos inventar, pero siempre termina en desastre, porque no toma en cuenta la realidad y no hay ficción que supere a la realidad) Un consejo comunal es un invento, que sirve para demostrar que esa no es la vía de resolver los problemas, porque el consejo comunal, es una vía para repartir riquezas, pero llegará el momento en que ésta se agote, pero los problemas no, las necesidades no, porque la riqueza es muerta, es un producto, mientras que la pobreza no, y para más riqueza, más pobreza, y hablamos de pobreza en su sentido más amplio, empobrecimiento de los suelos, el subsuelo, el aire, los bosques, las aguas, los otros animales y la gente, y eso no es posible, tú no puedes repartir riquezas, como medio de solución de problemas. Las leyes están hechas para avalar la costumbre milenaria de robarse las riquezas colectivas un puñado de poderosos circunstanciales; porque el para qué se produce, en la actualidad y desde siempre, sólo busca satisfacer la necesidad del individuo y no la del colectivo, y las políticas que debemos diseñar es el cómo producir para el colectivo, para eso se hace necesario que los obreros y campesinos que somos los pobres, los afectados, diseñemos la otra cultura, en donde definitivamente desaparezcamos como mercancía y los futuros se conviertan en gente y no en pobres esclavos ilusionados con que un día saldremos de la pobreza, porque el gobierno nos ayuda, o nos ganamos la lotería o dios se apiade de nosotros.

Pensar de esta manera cambiaría radicalmente las condiciones de producción y la visión de la producción. Generar un aparato de producción que haga que la producción sea exactamente la necesaria, que sea controlable por las personas que afecta, o les afecta ese acto productivo. Si construyes una represa o le sacas agua al río y te la llevas para otro lado, la gente de allí no tiene ninguna decisión, las comunidades que viven en torno al agua, generalmente no tienen agua, por que la decisión política no está en sus manos, porque es una decisión de la macro producción, de sostener la gran industria, entonces el agua se traslada kilómetros y kilómetros hasta las grandes ciudades, mientras las personas que viven en torno al agua no la tienen o si la tienen, la tienen en condiciones precarias, muchas comunidades en el mundo entero no tienen acueducto, pero están rodeadas de agua dulce por todas partes. Pero se mueren de sed en cambio que en Las Vegas, un desierto de los Estados Unidos el agua se vota a cántaros en sus deslumbrantes edificaciones o Dubay o los Emiratos Árabes, mientras que la gente con tanta agua alrededor, tienen que ir a lavar, a buscar el agua de cocinar, a bañarse, en un manantial; pasándole agua por todos lados; y lo peor es que cada cierto tiempo, por las obligadas condiciones de insalubridad, por la miseria, se ven atacados por enfermedades o vaguadas, deslaves, crecidas de ríos.

¿Cómo es que no hay una decisión política de dotar de agua a esa gente? porque ellos no están decidiendo esa política, ellos están es arrimados, como prestados al territorio, ellos no deciden sobre ese territorio, ni las aguas que están en ese territorio, ni las minas que están en ese territorio, así tengan milenios de estar viviendo ahí, ellos ven un buen día, que se aparecieron un poco de camiones le destrozaron, o le hicieron las carreteras, le aparecieron los botiquines, las putas, el tráfico de drogas y ellos no saben de donde le llegó eso, ellos no pueden detener eso, no pueden decidir eso, eso lo decide el aparato productivo a nivel internacional y luego va derivando hacia lo nacional, hacia lo regional, hacia lo municipal, entonces esa decisión política no está en manos directas de la gente, que es lo que se llamaría la democracia participativa y protagónica. Pero debe ser en el aparato de producción, en la materia prima o en el decidir sobre la materia prima, decidir sobre el territorio, decidir sobre el agua, de eso se trata, decidir sobre el aire, eso tiene que ver con qué casa construyo, dónde la construyo, con quien la construyo, para qué la construyo; esas son las decisiones políticas reales, esas no se están tomando, no las estamos tomando los obreros y campesinos, cuando viene una política, viene cocinada. Nos enseñaron a no tomar la decisión.

Por ejemplo el turismo, el turismo invade un territorio, un espacio hermoso, y le instalan construcciones que no tienen que ver con ese entorno, construcciones que luego se ven como un platillo volador, se lo instalan a la gente, donde la gente no está tomando decisiones, está políticamente inhabilitada para decidir, cuando se obstina por que le llegó el malandraje, el desastre, y cierran carreteras ponen cauchos y barricadas y queman la carretera; entonces viene la policía y es cuando los toman en cuenta, la gente cuando reacciona, ya tiene toda la aplanadora en el lomo, empieza a pegar gritos, ya no puede decidir, ya no tiene poder sobre las cosas, ese es el problema; la democracia tiene que ser en la producción y generar cambios en la conducta, cambios culturales, generar otra manera de comer, de cantar, de hacer el amor, todo lo cambia, lo transforma, porque te adapta a esa condición de la participación. Pero en este momento la participación es dictatorial, absolutamente dictatorial, porque son los dueños, los gobernadores, los alcaldes, el presidente, los diputados, los ministros, los que deciden, los directores de cosas, los dueños de la iglesia, del ejercito, eso son los que deciden las cosas, el maestro, el profesor, el académico, el intelectual, ellos son los que deciden las cosas, no uno como pueblo, incluso su lenguaje es exógeno porque ellos hablan del pueblo allá, de la comunidad allá, porque ellos no están insertos adentro (hay que ir al pueblo, hay que subir allá, hay que bajar allá, pero no son de allá) no, ellos no son de aquí, incluso así hayan nacido aquí de padres y madres como los que nos parieron, no pertenecen, ellos sobre nosotros, ejercen la política.

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