lunes, 7 de febrero de 2011

Mi amigo es el enemigo más cercano

En las relaciones laborales cotidianas, no sólo entre patrón y obrero, sino entre obreros y obreros, lo que predomina es la conducta de enemigo, porque cada uno compite por tener más que el otro, es la naturaleza del sistema, su deber ser, la ética, porque es la enseñanza práctica, que se inserta en el cuerpo, desde que eres niño, en la familia, en la escuela, la fábrica y todas las demás instituciones donde se estructura la cultura capitalista, por tanto culturalmente somos enemigos.

Es por ello que el ser inventó la amistad, una manera diplomática que evita la matanza sin sentido por cualquier pendejada, ahora bien, eso no ocurre de la noche a la mañana; todos los días, estamos obligados a ratificar la amistad, es por ello que la gente se jura amor eterno, tú eres mi mejor amigo, yo te quiero mucho, con usted pa lo que sea, se práctica la regaladera (aunque hoy ya eso no corresponde a un acto meramente diplomático, sino a la aberrante práctica de la compra venta que nos obliga a comprar y vender compulsivamente por la vía de la publicidad, lo que se produce), pero como somos enemigos, la búsqueda del interés nos obliga permanentemente a violar las reglas diplomáticas, de la amistad, y entonces somos hipócritas, jalabolas, sobadores, y nos valemos del uso de los lenguajes, bien sean corporales, gestuales, hablados o cualquier otro que sirva para conseguir los fines, a eso lo llamamos política. Si eso no funciona entonces aparece la guerra, el arrebatón, la violación; y toda la cosa bonita que decíamos ser, se transforma y la dura realidad se manifiesta, y aparecen los comentarios de “yo nunca pensé que tu eras así”, pero eso no es solamente, un comportamiento individual eso está institucionalizado en los estados, en las empresas, y en las transnacionales religiosas, muestran una cara de buena gente, pero como dice el dicho, no te metas con esa cuaima, por ejemplo, cuando arrecie la crisis del capitalismo, veremos de nuevo la calidad, de asesinos, criminales y saqueadores que siempre han sido los europeos, los gringos y en general los dueños del planeta, pero que lo han sabido ocultar muy bien con sus aparatos de propaganda, vendiéndose como civilizados, estilizados, educados, exquisitos, magnánimos, Trabajadores, honestos, honrados, ayudadores de pobres, salvadores de negros, indios, mujeres, niños de la calle; matadores del hambre en los llamados por ellos continentes pobres o tercermundistas, combatientes incansables del tráfico de drogas y la delincuencia, perseguidores contumases de la corrupción en el mundo entero, en fin los paladines de la justicia, la libertad, la moral y las buenas costumbres.

Permanentemente nos equivocamos, confundimos los actos hipócritas que dejan los eventos, sean celebraciones de cualquier tipo o parrandas, con la cotidianidad, como tú la pasas bien, en ese compartir del trabajo, tú crees que el otro, por ello va dejar de ser enemigo, el no va a dejar de ser enemigo, nosotros ninguno vamos a dejar de ser enemigos, es nuestra característica fundamental, eso es lo que nosotros somos, pero ¿Qué hacemos nosotros cuando exaltamos la amistad como un deber ser? creamos ideología a partir de una falsa percepción de la realidad, y eso trae como consecuencia, que volvemos lo que no es cultura en cultura, porque que si yo digo comunista, comunista se supone comporta una ética, pero esa es sólo una suposición, porque no puede existir un comunista, porque no existe el comunismo, porque nosotros somos cultura enemiga, cultura capitalista, eso debemos comprenderlo para tener una clara percepción de la realidad.

Si aceptamos que somos enemigos, nadie puede ser amigo, (aun cuando diariamente se hagan esfuerzos por hacer lo contrario, generándose algunas excepciones) eso no condiciona a que tú digas la amistad no sirve, no eso es lo que tú vas a cultivar, eso se debe expresar culturalmente en comunismo o en otro modo de producción, si la amistad (como parece ser, es mejor que ser enemigo) es un fin a conseguir, magnífico, eso debes asumirlo como tu ética, es tu ética no la del otro, y debes asumir los riesgos que ello comporta, para poder cultivar la otra cultura, porque en esta sociedad culturalmente capitalista no se valora la amistad como para que tu dejes de ser enemigo, siempre vas a ser enemigo mientras exista una sociedad que produce enemigos. El aparato de producción en el que estamos engranados, produce son enemigos, porque todos los días, la gente sale a tragarse el mundo.

Tenemos detrás toda una carga histórica, que se ha hecho experiencia, como conducta enemiga, no hay ninguna carga histórica sobre la amistad, no hay memoria de la amistad, no es importante la amistad, la sociedad no tiene memoria histórica de la amistad, porque no es una constante, un interés, una necesidad, de la humanidad, es excepcional; mientras que la enemistad si tiene memoria, y el arte comprado o ideologizado, ha sido su principal promotor, las batallas, los museos, las bibliotecas, las universidades, las escuelas, las fábricas, Las plazas, las calles; están llenas de recuerdos de los grandes criminales, que han asolado a la humanidad en nombre de cualquier futuro; bien sea la felicidad, la libertad, el cielo, la justicia, el pan, la tierra, el trabajo, agregue todos sus carencia y en su nombre todo crimen.

Si queremos que la amistad sea culturalmente la cotidianidad, vamos a tener que construirla, en medio de una inmensa coñaza que es la lucha de clases, librándose hoy en todo el planeta.


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